Un gran partido de los chicos de Míchel que consiguen la victoria y siguen invictos demostrando un juego que muy pocos son capaces de crear.
Comenzó el partido de una forma dinámica y entretenida, los dos equipos presionando y proponiendo su juego. La primera ocasión clara, no tardó en llegar, un córner que rebotó en Ignasi Miquel y que sacó Raúl Fernández con dificultad. Volvió a tenerla el Granada tras un centro perfecto de Callejón que Uzuni no pudo rematar por cuestión de centímetros y en la siguiente jugada fue el Girona quien golpeó siendo totalmente efectivo gracias a un zurdazo de Tsygankov que desde el borde del área lograba colocar el balón en la mismísima escuadra.
Tras el primer gol el Girona siguió apretando y fueron los locales quienes encajaron muy mal el tanto recibido y ya no atacaban ni presionaban como en los primeros veinte minutos. Esa desconexión provocó que, tras una buena presión de los atacantes del Girona, hubiese una pérdida para el Granada que finalizaba Savio con un zurdazo, que, aunque fuese un misil, daba la impresión de que el portero podría haber hecho más.
El Granada continuaba cabizbajo y el Girona parecía que quería finiquitar cuanto antes el partido y tan solo cuatro minutos después del segundo gol, llegaba el tercero. Una falta mal defendida por los andaluces que acababa rematando David López.
Antes del descanso, Uzuni falló un remate de cabeza que parecía imposible de errar y acto seguido el Girona trenzaba una jugada de un nivel técnico y talento exquisito, pero que acababa siendo rematada al palo por Tsygankov. Poco después, ambos equipos se iban a los vestuarios con una monumental pitada del Nuevo Los Cármenes, más que por el resultado, por la mala actitud y pésima imagen del equipo desde el primer gol encajado.
En la segunda parte, el Granada salió con aire renovado y con otra actitud. Tal fue el cambio que tuvieron tres ocasiones realmente claras, pero que acabaron siendo fuera de juego, pero ya avisaban que la segunda parte no sería ningún paseo. Los locales volvían a presionar arriba y las ocasiones se alternaban para los dos equipos, pero fueron los nazaríes a través de Uzuni quienes marcaban el cuarto gol del partido y metían el miedo a los rivales y la ilusión a su afición.
Los siguientes minutos fueron de un Granada que proponía incluso más que los visitantes, pero no lograban marcar el segundo gol y mientras, el Girona trataba de dormir mediante la posesión el partido, hasta que Stuani tuvo un cara a cara que terminó parando Raúl. En el ochenta y cuatro de juego, tras un centro largo y una prolongación de Diédhiou acabó marcando Lucas Boyé para hacer temblar a los catalanes. A pesar de esto, el Girona no se limitó a defender, y tan solo cuatro minutos después Yan Couto puso el 2-4 definitivo con un golazo.
Conclusiones
El Girona, tras esta victoria, consigue llegar invicto a la sexta jornada y colocarse en el tercer puesto con un juego que enamora a cualquier espectador. El Granada se coloca en puestos de descenso, pero logrando revertir, en la segunda parte, la imagen que dieron tras el primer gol.
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