La segunda parte definiría el transcurso del partido.
El Girona gana y convence
El Girona se enfrentaba a su último partido de esta pretemporada antes del inicio liguero, su rival, la Lazio, venía a Montilivi con Immobile cómo su gran estrella y también un viejo conocido, en la ciudad catalana, el Taty Castellanos, se reencontraba con la que fue su afición la temporada pasada, anotando 14 goles, cuatro de ellos contra el Real Madrid.
Míchel no se guardó ninguna bala en la recámara y salió con un once, el cual podríamos ver el próximo sábado en el Reale Arena frente la Real Sociedad. Gazzaniga; Arnau Martínez, David López, Blind, Miguel Gutiérrez; Yangel Herrera, Aleix García, Iván Martín, Tsygankov, Sávio; Stuani.
En la primera parte el Girona intentó crear peligro con su mejor arma, teniendo la pelota, para crear espacios entre la defensa italiana, pero los de Sarri se mostraban duros atrás, con Romagnoli siendo el líder de la defensa. Con idas y venidas, ningún equipo conseguiría abrir el marcador en los primeros cuarenta y cinco minutos.
En la segunda parte sí que veríamos un juego más asociativo por parte de los rojiblancos, lo que les permitía vivir mucho más cerca de la portería defendida por Provedel. A los cinco minutos, Viktor Tsygankov, cogía el despeje de la defensa italiana tras un córner, mandaría un misil ajustado al palo derecho imparable para el portero italiano.
El ucraniano, uno de los mejores futbolistas del equipo catalán, enloquecía a su afición y ponía el primero del encuentro. Minutos después, entre otros cambios, salía por el español y cedido del Barça Pablo Torre, futbolista que también sería protagonista en esta segunda parte.
A falta de veinte minutos para el final, quién, sino, Christian Stuani tenía que poner la guinda al pastel haciendo un golazo de cabeza gracias al buen centro del canterano madridista Miguel Gutiérrez. El uruguayo presenta candidatura y muestra a todo el mundo que aún tienen mucho futbol en sus botas.
En los minutos finales, el Taty Castellanos marcaría el 2-1 para su equipo, pidiendo perdón a la afición gironina. Los instantes finales se mostraban bastante calientes, con varios piques entre ambos equipos.
La última jugada del encuentro sería para el mencionado anteriormente Pablo Torre, que después de una buena conducción de Sávio, se la daba al cántabro y éste la fallaba a la buena parada del cancerbero.
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