Los dos conjuntos disfrutaron de buenas ocasiones, pero ninguno de los dos las aprovechó.
Osasuna quería romper la mala racha de resultados en su feudo, sumando tres derrotas en sus únicos tres partidos este año en El Sadar, uno de Conference League frente el Brujas belga, y dos partidos de liga frente Athletic Club y Barça. El rival del equipo pamplonica, el Sevilla, viene de semana de Champions League, con un empate amargo contra el Lens, y de ganar el pasado domingo en la vuelta de Sergio Ramos al Ramón Sánchez Pizjuán ganando a la UD Las Palmas por la mínima (1-0).
Esas ganas de Osasuna de volver a dar una alegría a su gente, se vería, desde el principio, saliendo desde el minuto zero a por todas, no dejando respirar a los de Mendilibar. Al no estar del todo cómodos los andaluces por la alta intensidad osasunista, el Sevilla tendría las mejores ocasiones en la primera media hora de encuentro, con un chute lejano de Óliver Torres a la salida de Sergio Herrera, su tiro salía cerca del palo izquierdo. Y el argentino Ocampos, tendría la mejor para su equipo, con una media volea que salía rascando la madera.
Anteriormente, decíamos que el juego lo proponía el equipo de Arrasate, pero las ocasiones eran para el Sevilla, pero la cosa daba un giro de ciento ochenta grados, ahora era Osasuna el que atacaba la portería de Nyland, el Chimy aparecía desde la banda derecha tras un centro de Mojica y el argentino la mandaba fuera de la portería. Johan Mojica sería de los jugadores más claves en la primera parte para su equipo, con sus contínuos ataques por banda aprovechando su velociad.
Si antes destacábamos la primera parte del lateral ecuatoriano Mojica, el partido del joven futbolista Juanlu, que entraba al principio del encuentro sustituyendo a Jesús Navas por unas molestias, también era de destacar, teniendo un rival tan exigente cómo Mojica, el canterano solventaba bastante bien cada una de las jugadas de ataque por su banda del equipo rojillo
Los de Arrasate no bajaban el pie del acelerador, eso significaba que los jugadores de arriba entraban cada vez más en juego, y uno de ellos era el Chimy Ávila, el argentino aprovechaba una buena jugada defensiva de Aimar Oroz, y con una conducción y una pared junto a Budimir se plantaba delante del portero noruego para picársela y que el balón diese en el palo.
Llegarían los últimos minutos del encuentro, y el jugador más eléctrico era Kike Barja, que entraba en el minuto sesenta y ocho por Mojica, el hábil extremo era de los pocos que desbordaba por banda en busca de alguna jugada que le diera el gol de la victoria a su equipo.
Conclusiones
0-0 atípico, con un empate con muchas ocasiones claras que pudieron acabar en gol en más de una ocasión. Primer partido en casa de Osasuna que no acaba en derrota, los de Arrasate suman siete puntos. Por parte de los sevillistas, encadenan dos partidos sin ver la derrota, cosa que les ayuda a seguir distanciándose de la zona de descenso.
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