El Barça volvía al Benito Villamarín cómo líder de la Liga Santander, después de mucho tiempo, llegaban con la clara idea de irse a dormir con un más 8 (puntos) respecto al Madrid, segundo clasificado. El Betis, dirigido por el profesor Pellegrini, querían ganar por dos echos, uno por meterse en la 4t posición y acabar la primera vuelta en zona Champions y por poder hacer la mejor primera vuelta de la historia del club con 36 puntos.
Ambos entrenadores salían con toda la carne en el asador, el Barça sin el lesionado Dembélé pero sin con Lewandowski, que volvía de sanción. El partido desde los primeros minutos se preveía que iba ser un correcalles, sin un claro dominador del balón y con muchos contrataques para ambas aéreas, pero sin llegar a acabar las ocasiones.
Cada minuto que pasaba el Barça se iba haciendo con el balón, de ahí llegaba varias ocasiones seguidas, y todas protagonizadas por el mismo, Pedri, pero se topaba con el guardameta portugués Rui Silva. Llegada la hora de partido llegaría el primer gol de Raphinha con un muy buen centro de Balde, y a falta de diez minutos llegaría el segundo de Lewandowski. El Betis acabaría sometiendo a los culés en su aérea, consiguiendo el primero en su casillero con un autogol del Koundé.
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